
Toda persona se ha lesionado más de una vez, ya sea por un tropiezo al caminar, un paso en falso o haciendo algún deporte. Esta situación es la principal causa del esguince de tobillo.
La torsión de tobillo consiste en cuando el pie se dobla hacia adentro. La consecuencia es una lesión de diferente gravedad a nivel de los ligamentos del tobillo.
Están más propensos a sufrir un esguince de tobillo quienes practican deportes de impacto como el futbol, rugby, trote, entre otros.
La consecuencia más frecuente es terminar con un esguince crónico de tobillo o tecnicamente llamada inestabilidad de tobillo (sentir esta articulación “suelta”, insegura o “débil”) que se produce cuando no hay una adecuada estabilidad ligamentosa ni muscular.
Para diagnosticarlo, el traumatólogo realiza un examen físico. En ocasiones, es necesario también tomar radiografías y/o resonancia magnética.
El tratamiento ideal para prevenir la aparición de un esguince crónico es realizar una rehabilitación adecuada. Esta consiste en movilización y fortalecimiento precoz del tobillo. Esto puede realizarse con kinesiólogo. Estas son las medidas más importantes para lograr una rehabilitación y recuperación óptima del esguince. Otras consecuencias del esguince tobillo son el pellizcamiento y la rigidez del tobillo.
Se puede prevenir o tratar esta lesión crónica
La forma más efectiva es mantener una fuerza adecuada en el tobillo a través de ejercicios, como running, bicicleta, caminata diaria de 30 minutos continuos, entre otros. También se deben considerar factores como el uso de zapatos con taco bajo.y una adecuada preparación física antes de comenzar un deporte.